miércoles, 2 de julio de 2014

quiero a los cuarenta tener una esposa un desahucio pendiente un libro de bolsillo publicado
quiero a los cuarenta llegar a lector compulsivo de marcas de tabaco
no se si quiero llegar a los cuarenta sin haber probado el olor el sabor el deseo de ser
sin haberle salvado el gato a una anciana desteñida y con bigote,
qué anciana saludable tiene gatos,
qué precipicios habrá visitado,
que pena de vejez. A los cuarenta ya no querré endeudarme con el paso del tiempo
pero con el dinero manejado habré alcanzado un supuesto culmen
un pretérito irracional humano. Imbécil y sarcasmo, como dos humoristas.
Cada uno a un lado.
Gritando.

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