miércoles, 19 de noviembre de 2014

Imaginé ser moldavo
y vivir a dos horas de tu casa.

Listo para romper
la frontera entre nosotros.

Escribí cientos de poemas
sobre tu lengua
y el piercing que la agujerea.

Descubrirte
fue oler la aventura.

Me sentía
tan a gusto en lo miserable

El viento hoy nos hace iguales.

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