lunes, 27 de enero de 2014


POESÍA MÓVIL



I

El estruendo de nuestras 
soledades cesa al acordarnos,
el atasco dormita hasta el
sábado noche, cuando aúllan
 a la luna sola en campos de
nadie los lobos, y pudo ser.
Una mano de distancia para 
acariciar la miel del éxito más
 rotundo,una zozobrante mano 
tendida y exhumada 
para otros  tiempos 
que sucumben a la mirada, 
pero no fue.

                                                           (Es)

II

Me he parado a observar 
una baranda y una escalinata 
de tono claro, adornada. Vestido
de domingo extremo, mismo 
color que la escena. Vestido
de sauce llorón, con bigote 
y sombrero, he visto desde el
perfil de la baranda un paisaje
francés. Dormido y acontecido
en sueños. Una mueca que me
ha desvelado. Pero no tanto
como creía.

                                                             (H)


La paráfrasis del día a día cabe en la memoria del teléfono, a veces, también en nuestros cuerpos.




                             
   

No hay comentarios:

Publicar un comentario